domingo, 8 de marzo de 2020

8M: Día de la Mujer y un poco de historia: ¿Porqué los hombres necesitan el sufragio femenino? por Hellen Keller

Introducción


En este domingo 8 de marzo de 2020, “Día internacional de la mujer”, ahora también llamado 8 M, intento unir discapacidad con este día tan significativo paranosotras, compartiendo un poco de historia de la lucha de la mujer, a través de un artículo publicado en 1913, y escrito por Hellen Keller, sí, la ninita sorda y ciega que tanta ternura muchas veces causa y que ,la gran mayoría desconoce sus aportes a través de apasionados artículos con los que contribuyó, y por los cuáles fue censurada en varias ocasiones en suépoca.


Y hago esta introducción también para dar algunos datos del contexto histórico y de la autora del artículo que más abajo comparto, de forma algo resumida y actualizada, pero manteniendo casi el 99 % de su contenido original. Y aunque te darás cuenta que es algo extenso y con un lenguaje algo arcáico a estos tiempos tan acelerados que vivimos, y que aparentemente puede sonar hasta incluso anticuado y refiriéndose a una realidad que podría ser obsoleta, pero que lamentablemente no es así y que este escrito habla en su esencia, de cuestiones que seguimos padeciendo las mujeres hoy en día.


La mayoría habrá oído al menos mencionar el nombre de Hellen Keller, y asociarlo a la niña sorda y ciega de fines del siglo XIX, que por fin pudo comunicarse y salir de su aislamiento gracias a la ayuda de Anne Sullivan, su maestra y amiga de toda la vida que fue después.


Pero su historia, es mucho más que la de una brillante estudiante ciega y sorda que superó obstáculos increíbles. Dedicó toda su vida a luchar en pro de los derechos sociales de los trabajadores norteameric anos; estuvo siempre en contra de las guerras,; abogó por la conciencia social de personas ciegas;denunciando las desigualdades que hacían que en su época, tanta gente quedara ciega; por el derecho a voto de la mujer y las injusticias que estas sufrían en su tiempo y que como ya dije, hoy en día, en esencia seguimos padeciendo.


Era una socialista consciente de que venció muchas dificultades en su vida gracias a la clase privilegiada de la que procedía ( algo que no compartía con la mayor parte de sus contemporáneos ciegos o sordos). Para promover la justicia social decidió que tomaría lecciones para mejorar su voz, de modo que pudiera hablar públicamente y de manera clara para denunciar injusticias. Incluso después de tres años de trabajo diario, su voz era desigual y difícil de controlar. A pesar de que le avergonzaba el timbre de su voz y le aterrorizaran las muchedumbres, ella continuó con sus conferencias.


Los libros omiten que ella salía lejos de su casa, para visitar vecindades necesitadas en Nueva York, donde aprendió de primera mano el horror de las condiciones de hacinamiento e insalubridad en las que vivían. Indignada por las prácticas de “trabajo” infantil que encontró, se formó en organización sindical y se preparó para afrontar la violencia que ejercerían sobre huelguistas y organizadores. Escribió también artículos denunciando la Matanza de Ludlow.


En su autobiografía en 1929 Keller declaró:
“Resolví que independientemente del papel que jugase en la vida éste nunca sería pasivo”
Click aquí para acceder al libro autobiográfico de Hellen Keller: La historia de mi vida


Su compromiso y su trabajo por el cambio político ponían en el centro a los obreros, a los niños que trabajaban, a los oprimidos, y por ello participaba en reuniones y marchas, y se organizaba con sus amigos para hablar de política y planificar diferentes estrategias.”Nunca sentí que la oscuridad del silencio me separara de mis compañeros”, “Cualquier sentido de aislamiento era imposible; al abrir las puertas de mi corazón al mundo, el mundo entró”.


Cuando vivió, siempre se opuso contra la tendencia de los medios de comunicación de ponerla sobre un pedestal como «modelo dulce y bondadoso de discapacitada que venció a las adversidades»


“Mientras me dediqué a trabajar para las personas ciegas, la gente me elogiaba de una manera extravagante, llegándome a llamar “la arcipreste de los ciegos” o “el milagro moderno”
le confesaba a su amigo Robert LaFollete, un pacifista que postuló como tercer candidato progresista a la presidencia en 1924.
“Pero cuando mi discurso pone en el centro a la pobreza, y mantengo que ésta es resultado de una economía inadecuada, y que el sistema industrial bajo el que vivimos es la causa de la ceguera y sordera en la que vive la mayor parte del mundo, entonces la cosa cambia”.


A partir de su muerte, su testimonio como militante por la justicia social queda oculto. Su biógrafa Dorothy Herman concluye: “Se oculta de su biografía su socialismo militante, se oculta el hecho de que una vez tuvo que ser protegida por seis policías tras un discurso en Nueva York seguido por dos mil personas, en el que denunciaba ardientemente, ante la admiración de la muchedumbre, la participación de EE UU en la Primera Guerra Mundial.


Como ocurrió en su vida, la imagen pública de Helen Keller sigue siendo la de una angelical, asexuada, ciega y sorda que huele una rosa mientras sostiene sobre su regazo un libro abierto de braille”


Esta imagen degradante la deja anclada en su niñez. Nunca consigue ser un adulto; más bien, es enmarcada como una niña adulta que venció sus desventajas. Como ocurre con otras personas con discapacidad, Helen Keller no debe ser definida por su ceguera o su sordera. Ella se veía a si misma como una persona libre e independiente como ella escribió: “Un ser humano con mente propia”.


Ahora pasemos a la lectura conjunta de:


¿Porqué los hombres necesitan el sufragio femenino?
Por Hellen Keller,1913.



Click aquí para acceder al libro: La puerta abierta, de Hellen Keller


Muchos aseguran que el peligro de la mujer acecha tras nuestras puertas. No tengo ninguna duda de que es así. De hecho, sospecho que ya ha entrado en la mayoría de los hogares. Un gran número de hombres ya se está enfrentando a este peligro en la mesa del desayuno. Y no importa que no quieran escuchar, pues no podrán evitar oír lo que tiene que decir.


Las mujeres insisten en sus "derechos divinos", "derechos inmutables", "derechos inalienables". Sin embargo, estas frases no son tan sensatas como unodesearía. Si lo pensamos bien, no existen derechos divinos, inmutables o inalienables. Los derechos los ganamos cuando somos lo suficientemente fuertes como para reclamarlos. Los hombres necesitaron cientos de años y lucharon para obtener los derechos que ahora llaman divinos, inmutables e inalienables. Hoy las mujeres están luchando por derechos que el día de mañana, nadie se atreverá a cuestionar.


Cualquiera que lea inteligentemente sabe que muchas de nuestras viejas ideas ya noestán tan claras, y que las tradiciones se están esfumando ante el avance de su enemigo eterno, la mente inquisitiva de una nueva era. Es hora de poner atención a los asuntos que concierne a la humanidad, puesto que estáns surgiendo nuevas condiciones, nuevas ideas, y la tradición de que el hombre es el dueño natural del destino de la raza, es una de
Las primeras que debe ser cuestionadas. Hasta el más obtuso, puede ver que muchas cosas están mal en el mundo. Está anticuado, angilosado. Carecemos de un liderazgo inteligente, y no estamos aprovechando al máximo nuestras oportunidades y ventajas. Debemos renovar nuestro estilo de vida, y para eso se necesitan nuevas herramientas. Quizás una de las principales razones del caos actual, es que el mundo ha estado tratando de llevarse bien con solo la mitad de sí mismo. En todas partes vemos como se desperdicia el potencial femenino que debería utilizarse para hacer del mundo un hogar más decente para la humanidad. Veamos cómo los votos de las mujeres ayudarán a resolver el problema de vivir mejor y con más calidad.


Cuando las mujeres voten, los hombres ya no se verán obligados a adivinar sus deseos. Las mujeres podrán protegerse de las leyes hechas por el hombre que son contrarias a sus intereses. Algunos les gusta pensar que la naturaleza caballerosa del hombre lo obliga a actuar bien con la mujer y defender sus derechos. Algunos hombres protegen a algunas mujeres. Pero reinvicamos que todas las mujeres tengan derecho a protegerse y eximir al hombre de esta responsabilidad feudal.


El poder político conforma los asuntos del estado y determina muchas de las relaciones cotidianas del ser humano. El ciudadano con voto es dueño de su propio destino. Las mujeres sin este poder, y que no tienen "protectores", están a merced de las leyes hechas por el hombre. Y la experiencia muestra que estas leyes a menudo son injustas para ellas. La legislación hecha para proteger a las mujeres que tienen padres y esposos que las defienden, no protege a las mujeres trabajadoras cuyos únicos defensores son los policías.


Los salarios de las mujeres en algunos estados pertenecen a sus padres o sus maridos. No pueden tener propiedades. En algunas partes de esta democracia liberal de hombres, el padre es el único dueño del niño. Creo que incluso puede decidir si abortar a los bebés no nacidos. La legislación sobre la edad de consentimiento es otra prueba de que la voz de la mujer es acallada por los legisladores. Las regulaciones que afectan a las mujeres que trabajan son una prueba de que los hombres están demasiado ocupados para proteger a sus protegidas.


Las urgencias económicas han llevado a las mujeres a exigir el voto. A un gran número de ellas se le confía la vital e importante función pública de educar a los niños. Sin embargo, con frecuencia es imposible que las maestras se mantengan decentemente con sus salarios.
¿Cómo pueden defenderse saturadas de trabajo y mal pagadas, sin derecho a voto? No cuentan para nada políticamente. Una organización de mujeres recientemente quería la creación de una medida de prestaciones sociales, de una Legislatura en Nueva York. Una petición firmada por 5.000 mujeres fue presentada ante el presidente del comité que debía revisarla ley. Dijo que era un buen proyecto de ley y que debía aprobarse. Después de esperar un tiempo razonable, enviaron una solicitud para saber qué había sido del proyecto. El presidente dijo que no sabía nada al respecto. Se le recordó la petición firmada por 5,000 mujeres.
"Oh", respondió el presidente, "una petición firmada por 5,000 mujeres, no vale ni el papel en el que está escrita. Obtenga la firma de cinco hombres y haremos algo ".
Esa es una de las razones por las que exigimos el voto: queremos que 5.000 mujeres, cuenten más que cinco hombres.


La mayoría de mujeres que necesitan el voto son asalariadas. Se ha producido un cambio tremendo en el mundo desde que el trabajo manual ha sido reemplazado por las máquinas. Hombres y mujeres se han visto obligados a adaptarse a un nuevo sistema de producción y distribución. La máquina se ha utilizado para explotar el trabajo de ambos como nunca antes se habíahecho. En la terrible lucha por la existencia que ha resultado de este cambio, las mujeres y los niños son los que más han sufrido. De hecho, la presión económica lleva a muchas mujeres a comercializar suscuerpos.
Sin embargo, las mujeres no pueden decir nada sobre las condiciones en que viven y trabajan. Indefensas, desatendidas, deben soportar las adversidades que las conducen a la miseria y la degradación. No pueden revelarse contra procesos crueles y paralizantes que deterioran sus cuerpos y sus mentes, y provocan la muerte o la vejez prematura.
Los hombres trabajadores también padecen la indefención de las mujeres que trabajan. Deben competir en las mismas oficinas y fábricas con mujeres que no pueden protegerse con las leyes adecuadas. Deben competir con mujeres que trabajan en habitaciones insalubres llamadas hogares, que trabajan con lámparas tenues en la noche, mientras mecen una cuna con un pie.
Es del interés de todos los trabajadores poner fin a este acuerdo unilateral y autocrático y se consiga el sufragio para todos.
Las leyes hechas por los hombres gobiernan las mentes y los cuerpos de las mujeres. El hombre ejerce tanta influencia en la gestión del estado, que se llega a distorsionar negativamente la imagen de la mujer. Los gobiernos y las escuelas engendran y nutren una opinión pública belicosa que hace que la guerra sea siempre posible. La historia escrita por el hombre, la ficción y la poesía glorifican la guerra. El amor a la patria se convierte en patriotismo que sugiere tambores, banderas y hombres jóvenes deseosos por entregar sus vidas a los gobernantes de la nación. Continuará habiendo guerras mientras nuestras escuelas hagan prevalecer tales ideas.
Las mujeres conocen el costo de la vida humana en términos de sufrimiento y sacrificio como los hombres jamás podrán conocer. Creo que las mujeres usarían
su voto para evitar la guerra y destruir las ideas que la hacen posible. A pesar de una educación que les ha enseñado a glorificar el elemento militar en sus ideales de virilidad, se darán cuenta de que el que de verdad ama a su país, es el que vive por él y lo sirve con abnegación. Enseñarán a los niños a honrar a los héroes de paz más que los héroes de la guerra.


Incluso las mujeres ahora trabajan más activamente para la legislación social y las leyes que afectan las escuelas, el suministro de leche y la calidad de los alimentos que los hombres que tienen los votos. Fundamentalmente, la mujer es un ser más social que el hombre. Ella se preocupa por toda la familia, mientras que el hombre es más individualista. La conciencia social no es tan fuerte en él. Muchas cuestiones pueden resolverse con la ayuda de la experiencia social de la mujer: problemas sobre la seguridad de las mujeres en su trabajo, o sobre los derechos de los niños.


Sin embargo, sus conocimientos y habilidades peculiares son utilizadas como argumentos en contra de dar el voto a las mujeres. Es una verdad irrefutable que la mujer está constituida naturalmente para la maternidad. Así como el hombre lo está para la paternidad. Pero nadie piensa que eso lo incapacita como ciudadano. Si hay una diferencia fundamental entre el hombre y la mujer, no seré yo quién la niegue. Es una razón más por la que su lado debe ser escuchado.


Por mi parte, me gustaría pensar que la naturaleza caballeresca del hombre le haría emancipar a la mitad más débil de la raza. De hecho, me parece extraño que cuando estaban obteniendo el sufragio para sí mismos, no se les ocurriera compartirlo con susestimadas compañeras. Mirando más de cerca, casi detecto una sospecha de tiranía en su actitud hacia ella sobre el sufragio.
¿Podría ser que esta tiranía, llevara una máscara de caballerosidad? Por favor no me malinterpreten. No estoy menospreciando la caballerosidad. Es algo muy valioso cuando se ´da. El problema es que no se dá lo suficiente. Casi todas las oportunidades, educativas y políticas, que ha conseguido la mujer se han obtenido mediante un camino de lucha con escaramuzas a cada paso.


Entonces, dado que la caballerosidad masculina ha fallado, debemos adelantarnos un poco y ver qué podemos hacer por nosotras mismas y por los hombres, que también necesitan el sufragio femenino. En primer lugar, debemos organizarnos. Debemos constituirnos como un factor político tan agresivo que nuestros protectores ya no puedan negarnos una voz al dirigir y dar forma a las leyes bajo las cuales debemos vivir.
No veremos el fin del capitalismo y el triunfo de la democracia hasta que hombres y mujeres trabajen juntos para resolver sus problemas políticos, sociales y económicos. Me doy cuenta de que el voto es solo una de las muchas armas en nuestra lucha por la libertad de todos. Pero todos los medios son preciosos y, equipados con el voto, los hombres y las mujeres juntos acelerarán el día en que el sueño de libertad, igualdad y fraternidadse hará realidad en la tierra.


* Ahora no olvides dejar tu opinión, comentario y compartir esta entrada, si te ha gustado o creas puede ser de interés, o utilidad para otras personas ¡Gracias!


¡Hasta la próxima publicación, a ciegas y sordas!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comenta aquí